Relatos

Amor y sexo con mujer cachonda.

Publicado el 26 de diciembre de 2020

Por autor sexual

Hola soy Richard, tengo 27 años y vivo en Valencia. Os voy a contar que me paso este verano. Después de mucho tiempo sin ver a mis abuelos por culpa del virus, en vacaciones decidí ir a verlos en Calpe (Alicante). De toda forma era mi sitio favorito, pase mi infancia y mi adolescencia allí antes de separarse mis padres. En una tarde sobre las ocho me anime ir a una calita que iba mucho cuando vivía en Calpe. No había nadie,

así que me di un baño y me tumbé en la orilla. El sol me estaba deslumbrando. Así que cierre los ojos y me estaba relajando. Al rato note como una presencia a mi lado. Abrí los ojos vi a una chica mirándome. Llevaba mascarilla, ignore quien era. Cuando se quitó la mascarilla, me quede asombrado: mi exnovia cuando yo tenía 18 años. No me lo creía porque lo ultimo que escuche de ella, que estaba en Londres.

Se sentó a mi lado y nos hemos puesto al día sobre nuestras vidas.

Dijo que se va a dar un baño. Se quito el vestido y se quedó totalmente desnuda. No tenía palabras. Me quede embobado mirando su figura que reflejaba con el atardecer. Se metió al agua y yo no necesite invitación, me fue detrás de ella. Una de las veces me cogió de la pierna por debajo del agua para asustarme. Así que se empezó un juego tonto. Entre abrazos y tonteo. Nos fuimos a la orilla. Ella se puso la toalla. Nos tumbamos. Yo estaba cachondo perdido. Tenia la polla durísima. Nos miramos uno al otro y sin palabras empezamos a besarnos. Le retiré la tolla y recorrí todo el cuerpo con mis manos y mis labios. Le comí el coño hasta que se corrió en mi boca.

Follame!- me dijo de repente.

El agua llegaba a nuestros pies. Metí mi polla y en movimientos suaves la estaba penetrando despacio, hasta que los movimientos empezaron de prisa. Los gemidos de Ana eran cada vez más fuertes. Me sentí observado. Levante la mirada y arriba en las piedras había una chica sentada mirándonos. Me dio mucho morbo. Así que le cogí los pies y se los puse en mis hombros, yo de rodillas en la arena. Ana no paraba de gritar. Estaba mordiendo la toalla. Sus movimientos de cadera me volvían loco. No aguante, la saque y termine en su pubis. De allí nos metimos en agua. En día siguiente me llamo y me dijo que quería verme. Y terminamos en la playa otra vez. Desde entonces estamos juntos. Nos vemos cuando podemos, por la distancia y por el virus. Pero estos días me propuso un trio con otra chica. No sé qué hacer. ¿Alguna idea?

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